Daniel Ortiz

EXTRA ITINERE AD ADSTRA

El odio

Pensar que la famosa «pitada al himno» del sábado fue un acto de libertad de expresión me parece de acomplejados y de gente que no ve más allá. Primero: menoscaban la libertad de los organizadores (RFEF) al impedir que la ceremonia sea realizada conforme al protocolo: es como si yo irrumpo a voces en la iglesia en medio de un funeral ¿Libertad de expresión? Volvemos al tópico liberal de que la libertad de un individuo o individuos termina donde empieza la de otro individuo o individuos. [Idea que sostiene de una manera fenomenal Arcadi Espada en su artículo El boicot de los libérrimos]

Segundo: la cuestión es menos inocente que una simple expresión. Es una expresión de odio hacia un grupo humano. Odio colectivo, del que se manifiesta contra un grupo racial, religioso, étnico o nacional. El problema es que algunos creen que esto no es importante cuando el grupo nacional odiado son «los españoles». Si fueran «los judíos», los «portugueses» o «los negros» sí habría sanción. No es el mero orgullo patrio, que me importa poco, lo que está en juego. Es algo mucho más siniestro, grave y profundo.

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