Daniel Ortiz

EXTRA ITINERE AD ADSTRA

Anticlericalismo propagandístico

Una de las premisas de la izquierda de origen marxista (PSOE, IU… y ultras a su siniestra) es la provocación para generar polarización que les asegure el voto analfabeto y radicalizado, sin propuestas, sin razón y sin apelación a derechos individuales, con la excusa de proteger a la sociedad. Y no es casualidad que el anticlericalismo ponga cachonda a la izquierda comecuras. Anticlericalismo propagandístico disfrazado de laicismo.

Esto funciona porque existe un componente de ignorancia: el analfabetismo funcional. Ese desconocimiento, tan propenso a la violencia -verbal o física-, hace imposible que las masas que forman la base del progresismo -regresismo- comprendan el concepto de laicidad estatal. La laicidad significa simple y llanamente neutralidad del Estado ante las creencias religiosas o convicciones de los ciudadanos. Ante las creencias o convicciones. Lo cual no significa indiferencia o ignorancia de las mismas, o el no reconocimiento de los aspectos culturales que presentan (por ejemplo: las procesiones de Semana Santa).

Sin embargo, esta gentuza, estos politicuchos interesados como Llamazares o Zapatero, se contentan con que su desinformada masa social crea que laicismo es que el Estado ataque a la Iglesia Católica y promueva cualquier opción alternativa: ateísmo o Islam, con tal de que eso les garantice ciertos votos o incremento de chusma dispuesta a apoyarles boicoteando a la oposición por no oponerse por ejemplo, a la visita del Papa.

Que esa es otra. El Papa es un jefe de Estado. La Santa Sede es es un sujeto de derecho internacional que goza de prestigio a nivel mundial y su visita a un país debería ser motivo de respeto y orgullo. Independientemente de que la Iglesia haya actuado de culo a nivel histórico para con quien mostraba el más mínimo grado de heterodoxia, de que sigan contando entre sus filas con organizaciones más o menos radicales, de que no nos creamos ni el índice del Evangelio o de que no estemos de acuerdo con sus posiciones en ciertos temas como el sexo o el matrimonio homosexual.

Pero querer criminalizar a los católicos, que profesan la religión histórica y mayoritaria en España -que no oficial-, faltar al respeto a un Jefe de Estado de prestigio que visita nuestro país para sacar rédito electoral e identificar al PP con la Inquisición y el Franquismo -como siempre hacen esos imbéciles de la izquierda vacía- me parece un acto cobarde y lamentable, y que pone de manifiesto quién carece de propuestas serias.

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