No es que en España no hayamos tenido en todo el siglo XX y lo que llevamos del XXI personas de ilustre talla política. Sí las hemos tenido pero ninguna ha alcanzado ni lo hará la fama de políticos como Roosevelt, o como De Gaulle. Aunque para ser sincero con ustedes, mi favorito es Churchill. Este sí será recordado cuando el americano y el francés se pierdan en la bruma de los libros de historia.
Sir Winston Leonard Spencer Churchill, un noble británico, soldado de inmensa valía en todas las guerras que la primera potencia mundial de finales del siglo XIX, Gran Bretaña, tenía por todas sus colonias, hizo ganar la guerra al Reino Unido y al mundo libre. Fue la primera gran persona en proponer la Unión Europea (cuestión que deberían hacerse mirar actualmente en su partido). Fue un gran orador e historiador galardonado con el Premio Nobel de Literatura. Cambió dos veces de partido, fue ministro tanto por el Partido Liberal como por el Partido Conservador. Cuando el popularísimo Chamberlain se vio obligado a dimitir por el desastre bélico favorecido por su política de apaciguamiento para con Hitler no había nadie que quisiera ni pudiera gobernar el Imperio Británico salvo este viejo León inglés, el incómodo y perspicaz soldado. Tenía más de 60 años pero su fuerza, su oratoria y la convicción de ganar una guerra que tenía perdida lograron apartar a su país y de paso, al mundo, del desastre.
Fue Churchill el que apostó decididamente por seguir la Guerra contra la Alemania Nazi, aunque los más fuertes Estados de Europa hubieran sucumbido ante la Blitzkrieg, convencido de la decisiva futura entrada en la guerra de Estados Unidos, que finalmente se produjo a finales de 1941. Vencer al otro enemigo, al comunismo, costó unos cuarenta años más. Pero finalmente, el mundo libre que representaba Winston salió victorioso. Y él fue precisamente su mayor valedor.
En España la Guerra Civil nos impidió saber si hubiéramos sabido tener una figura de semejante tamaño y resonancia histórica. Otro día hablaremos de nuestras grandes figuras.

Publicado en El Adelanto Bañezano