Estos poco amados nacionalismos periféricos que en España sufrimos en varias regiones, están comenzando a exaltar a rojos y fachas, a moderados y progresistas e, incluso a los ancianos de los pueblos. Los que hoy me tocan el candil son los esquiroles de los radicales y poco agraciados del género indefinible que desde hace casi una treintena de años gobiernan la región -maldita sea, que raro se nos hace ya que alguien la llame así- de Cataluña.
Y dirán algunos de ustedes: mentira, chaval, ahora gobierna un tripartito y antes el que partía el bacalao era otro, uno de derechas, ojo, pero de derechas de las buenas, no de las fachas, como esos que hablan de una patria común… Milongas con patatas fritas y pasadas al ajillo después, en esa región puede que haya habido varios gobernantes, pero solo ha habido un mandatario, y ese mandatario no es una persona, es algo más peligroso que una persona, incluso que una idea: es una idea falsa, inventada, y de las que hurgan en los sentimientos más profundos de las personas: el nacionalismo. Pues bien, a los seguidores de la ideología de la que hablo -que en el siglo XX se cargó a 60 millones de personas, si, me refiero al nacionalismo- , no se les ha ocurrido otra cosa -no es posible que se les ocurra algo distinto, pues llevan treinta años metiéndoselo entre ceja y oreja- que echarle la culpa de sus males a España; eso sí, luego presumen de que son los primeros en autogobierno, de que su estatuto es casi una constitución, incluso de que la independencia está tan cerca que ya no depende de madrid para nada.
Hay algunos españoles de sentimiento, que se sienten preocupados por lo que estos fanáticos les echen en cara. Pues miren vuestras mercedes, españoles de a pie, paisanos de bien, ustedes tranquilos, igual que cuando les llaman fachas por ir con la bandera nacional a ver a la selección, sin animo siquiera de insultar a nadie; lo que está claro es que Cataluña es y será -puesto que nuestros políticos no tienen la valentía necesaria, por un lado, y porque es la región más poblada del país por otro- la Comunidad Autónoma -quién inventaría esta expresión, pardiez, cuanto hemos de aprender de Francia en lo que a organización política se refiere- mejor pagada, si me permiten la expresión, de todo el estado, osea, son los que más trajinan del bote.
Vamos a ver, que me explique aquí el president-e, el del parlament-o català-n, qué culpa tienen el resto de los españoles de que el desgobierno que -valga la redundancia- ha llevado al gobierno de cataluña a preocuparse más de la ideología y de fomentar un concepto de patria ajeno al de España, haya traido una dejadez tremenda en ámbitos de fomento y obras públicas y las infraestructuras se hayan convertido en un caos total -excepto que son la Comunidad con más autovías, como no, la mayoría de los kilómetros los pagará el Estado-. Por el momento, yo esos fallos no los he visto en las regiones más pobres, por lo tanto, si ustedes son los que más cobran, y fallan en lo elemental, señores del gobierno catalán, vayan entonando el mea culpa; y si la cosa saliera a pedire de boca, ojalá los catalanes por fin dieran un giro en condiciones, y se olvidaran de ustedes y del nacionalismo para siempre. Quizá, el problema que dicen muchos, tiene el resto de España con Cataluña, es el que crea el nacionalismo.