Daniel Ortiz

EXTRA ITINERE AD ADSTRA

Fernando Alonso y la historia

Hace mucho que no escribo sobre automovilismo. Es sin lugar a dudas el deporte que más me gusta. Si es que podemos llamar así al arte de desarrollar y conducir coches de carreras. Hoy, según venía conduciendo, hice un repaso mental a los grandes pilotos y a la situación actual. Junto al flamante debutante Carlos Sainz, de quien todos debemos sentirnos orgullosos, recordé la historia de los españoles en Fórmula 1 remontándome en el tiempo hasta llegar a los años 50, con el catalán Paco Godia y el romántico aristócrata Alfonso de Portago.

Todos los pilotos de nuestro país que han participado en la máxima categoría mundial del automóvil han sido grandes talentos. Normalmente no tenían la suerte de contar con los mecenazgos y favoritismo que los pilotos británicos, italianos o alemanes tenían, debido a la potente industria de estos países. Sin embargo, su talento, no se tradujo en grandes resultados hasta la llegada de Fernando Alonso. No se trata de gustos, ni de que Fernando sea el único piloto de Fórmula 1 que haya pilotado en el mismo circuito de karting en el que yo también lo he hecho: en Castroponce. Ni de los vínculos de su padre con la pequeña ciudad de La Bañeza, en León, en la que he residido años. Ni siquiera del hecho de que el piloto asturiano sea madridista, igual que yo. Se trata de admiración por el talento y la dedicación. Y además, de hechos objetivos.

Fernando Alonso ha llevado sin ningún rubor la bandera y la imagen de España a lo más alto de la aristocracia mundial, siempre tan cercana al glamour de las carreras. Fernando ha hecho más por nuestro país que todos esos vulgares (y minoritarios) compatriotas que lo detestan. Rechazan lo que no comprenden. En ningún momento como aficionado me he sentido ofendido por ninguna de las palabras del genio ovetense. Al contrario, me identifico plenamente con él. De personalidad introvertida, inteligente, lúcido, perseverante y concentrado en su trabajo. Quizá por ello, y por lo poco acostumbrados que estamos a actuar con su dedicación, muchos no lo comprenden.

Para comprender lo que digo, sólo hay que fijarse en que muchos viejos aficionados al Gran Circo, lo situamos entre los más grandes de la historia. Sólo al lado de Fangio, Clark, Prost, Senna y Schumacher. Por encima, sin duda, de Lauda, de Vettel y de Hakkinen, que no dejan de ser geniales, pero no estarían en lo más alto. No faltarán fans de estos pilotos que me afeen la conducta. Es obvio que cada cual tiene sus gustos y preferencias. Pero lo que en principio era el apoyo a un piloto español en un deporte al que ya era aficionado, se transforma en pasión por el automovilismo. Y es que en este deporte en el que la mecánica es tan importante, no siempre son los resultados lo que cuenta.

Fernando se ha labrado su lugar en la cima de la historia de esta competición no necesariamente por sus años en Renault, que también, sino por sus cinco temporadas en Ferrari. No sólo era adorado por los aficionados italianos. También les correspondió con un pilotaje excepcional, machacando a sus compañeros de equipo, siempre, y luchando por el mundial hasta la última carrera en dos ocasiones, y en ambos casos con un coche que distaba mucho de ser el mejor de la parrilla. Tres subcampeonatos con Ferrari y la demostración de que es el piloto más regular de todos los tiempos avalan la actuación de Fernando.

Cuando regresó a McLaren, pensábamos que quizá ahora sí podría lograr lo que lleva ansiando desde el anterior fichaje por esta misma escudería. Este equipo histórico, que actualmente cuenta con el apoyo del fabricante japonés Honda, recuperando la mítica asociación de los años 80 y 90, ha apostado duro, ha arriesgado y ahora mismo se antoja difícil ganar este campeonato. Sin embargo, y a pesar del accidente sufrido en esta pretemporada, estoy seguro de que el piloto español sacará lo mejor de sí mismo, pilotará a un nivel excelente, como nos tiene acostumbrados y especialmente a mitad de temporada, empezará a regalarnos resultados. En todo caso, ya tiene un lugar en la historia. Y aún quedan muchas páginas por escribir.

Siguiente Entrada

Anterior Entrada

Comentar

© 2024 Daniel Ortiz

Tema de Anders Norén