Éste éxodo, provocado por la desesperada situación económica y legislativa, fomentada por los dos grandes partidos, que no ha hecho sino premiar al vago, al ignorante y a quien no se esfuerza. Quienes decidieron no estudiar una carrera, hoy viven mejor que nuestras mentes más brillantes y preparadas.
Alguno de nuestros apoltronados políticos, plácidamente sentado en su sillón de la carrera de San Jerónimo, sin otra preocupación que apretar el botón que el líder de su partido indique en cada momeno, debería, por cinco minutos, sentir la desesperación, el desánimo, el sinsabor de vivir un día tras otro sin más esperanza que un futuro e incierto empleo en el que por cuatro duros, bastante menos en todo caso que quien no se preparó y se esforzó, trabaje explotado de sol a sol, sin esperanzas de cambio y sin crédito bancario para emprender siquiera un negocio propio.
Y mientras tanto, nuestros sindicalistas y políticos no hacen más que debatir infructuosamente sobre izquierda y derecha, sobre complejos políticos superados en la primera mitad del pasado siglo. A mayor gloria de las subvenciones.
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Post scripum: De momento, sólo excluyo a UPyD y Ciudadanos de esta crítica. Únicas formaciones que llevan las preocupaciones ciudadanas verdaderas. Porque están más en contacto con la gente y gastan menos tiempo y recursos en debates identitarios de sobra superados.
El día de la marmota: tan cainitas como somos en España, seguimos despreciando a las mentes más brillantes que ha parido nuestra nación.