No está mal crear puestros de trabajo en el pueblo, pero lo malo no viene de ahí, sino que el resto del edificio sólo ha albergado desde entonces «comilonas» y fiestas que casi siempre son comidas (además se ha utilizado como gimnasio improvisado para realizar ejercicios de gimnasia de mantenimiento); todas en el salón de actos de la planta baja; en lugar de crear en él una biblioteca o una especie de sala especial para dar conferencias, leer libros, consultar en ordenadores y realizar actos culturales, que sería lo más apropiado para una casa de cultura.
En la planta superior además de la dicha cooperativa, hay dos salas más y una terraza, las tres vacías practicamente sólo con mesas y sillas a modo de almacén. Pues bien, lo suyo sería que en la terraza se realizaran actos culturales, como obsevaciones astonómicas, y en las otras salas, en una se podría instalar una biblioteca, si se quiere dejar mas espacio para el salón de actos de la planta baja anteriormente mencionado y en la otra una pequeña sala para celebrar reuniones.
Más vale que el ayuntamiento haga oídos a estas letras, porque si no el destino del pueblo es quedar hecho toda una «casa de costura».