Tras 30 años de democracia, llega el señor Carod, lider de un partido nacionalista e independentista catalán, y dice que España, como modelo de convivencia entre pueblos, ha fracasado. Vaya por Dios. No nos fastides, Yusepluís. Según el mencionado patriota de su casa, en 300 años de ocupación y opresión española, los demás españoles no tenemos ni idea de lo que hay en Cataluña, lingüísticamente hablando. Nos acaba de fastidiar, aquí, el amigo.
Lo primero, quiero ponerle al día en historia: en la edad media, los caballeros catalanes, cuando salían al extranjero, se definían como espanyoles, aún cuando los condados catalanes eran independientes. Pero yendo más atrás en el teimpo, lo que hoy día es Cataluña formo parte de las provincias romanas conocidas como Hispania, que en época tardía se constituyó en diócesis que aglutinaba 6 provincias, entre ellas la Tarraconense y la Balearica. Mira tú, qué cosas. Pero más adelante formo parte de la Hispania visigoda, con capital en Toledo. Tras la invasión árabe, se puso bajo la protección del imperio carolingio, pero conservando el Liber Iudiciorum, código jurídico por el que se regían el resto de los reinos cristianos españoles, además de que esa zona pasó a llamarse Marca Hispánica, si, hispánica, de Hispania, que luego pasaría a ser Spania, y luego Espanya, en catalán, España, en castellano. Cuando en el medievo se reunían en Flandes para comerciar, al aglutinarse por naciones, los comerciantes catalanes -y los vascos- se ponían al lado del resto de los comerciantes de los reinos cristianos españoles.
Fernando II de Aragón, y V de Castilla, ya era conocido comúnmente en la época como Rey de España, como queda reflejado en el famoso libro de Maquiavelo El Príncipe. Hay que desmontar determinadas teorías, tanto centralistas como independentistas. Vamos a ver, es cierto que los Reyes Católicos mantuvieron ciertas aduanas interiores, y los derechos civiles eran diferentes en los diversos reinos de la llamada Monarquía Hispánica, pero había instituciones comunes, además de la corona, a todo el territorio peninsular y balear de lo que hoy es España, por ejemplo, aunque no sea precisamente el mejor modelo: la inquisición. Con Felipe IV, y gracias al Conde-Duque de Olivares, se consigue la unión de armas, para que nos entiendan, el ejército de los diversos reinos, se convierte en un ejército Español, es decir, todos los territorios españoles, tendrán un sólo ejército unido.
Pero es que ya durante el siglo XVI varios escritores catalanes eligieron el castellano, y Cervantes habla muy bien y muy detalladamente de Cataluña, y de como los catalanes se entendían perfectamente con el resto de los españoles en la época. Hoy en día, el castellano es la lengua materna de la mayoría de los catalanes, aunque un alto porcentaje utiliza frecuentemente el catalán. Lo triste es que a catalanes de pura cepa no se le caigan los anillos por tener que usar el castellano, que no es su lengua madre, y a hijos de inmigrantes, o residentes en Cataluña, pero de origen forastero, tengan miedo de usar el castellano por sus complejos y miedos estúpidos, a pesar de ser su lengua natal.
Pero volviendo a nuestro tema… señor Carod, osea, Yusepluís, yo respeto el catalán, como una de las lenguas españolas, la segunda más hablada después del castellano, sin embargo, pienso que el castellano debe de ser oficial en todo el estado, y no así el catalán, por razones, obvias, prácticas, numéricas, y de mucha índole que hasta un tonto de baba entendería. Pero de ahí, a que usted diga que su país, y el mío, ha fracasado… va un trecho. Lo que ha fracasado es el modelo de estado descentralizado. El conceder unos derechos y privilegios a territorios, que ya quisiera cualquier otro territorio europeo -vaya usted a Escocia, a Bretaña, a Alsacia, a Lombardía, viaje un poco, que le vendrá bien-. Los titulares de los derechos no son los territorios, sino los individuos, las personas, los ciudadanos. Y dentro de un estado sólo se puede garantizar la igualdad de todos ellos con unas leyes comunes para todos, y una educación común. El centralismo no es fascismo, como pensarán muchos, -Francia y Holanda son dos de las democracias más antíguas del mundo, y ahí están-. Pero no es el centralismo lo que quiero reivindicar. Sino un poco de cordura estatal. Un poco de contención a la hora de ceder ante cuatro paisanos de cultura limitada o manipulada, cuya unica preocupación parece ser aumentar la división, inventarse la historia a su manera, y crear unos desequilibrios insoportables económicamente entre las distintas regiones españolas, olvidándose, de que si en España hay unas regiones más ricas que otras, se debe entre otras cosas, históricamente a la inversión estatal con fondos provinientes de toda la nación, y en la actualidad a que uno de los principales consumidores de una región española, es el resto de España.
En 1978 se invitó a los nacionalistas a participar, se creó este sistema cediendo mucho, para contentar a todos, para que todos cupiéramos y todos nos sintiéramos cómodos. La mayoría de los españoles -también los catalanes- así lo entendieron. Se trató de corregir errores históricos como el centralismo extremo y el federalismo. Y se cedieron muchas competencias y derechos a las Comunidades Autónomas. Se hizo ese esfuerzo por la minoría nacionalista periférica. Pero hemos visto como nos lo han pagado. Lo que ha fracasado no ha sido España. España está como siempre. Quién ha fracasado es la palabra de los nacionalistas regionales, y la cesión de competencias excesiva.
Aquí de ocupación y opresión, nanai. Hemos vivido todos los españoles, incluídos los catalanes, las mismas guerras, las mismas dictaduras, y han reinado sobre nosotros las mismas dinastías, con sus detractores y partidarios, en Castilla, en Aragón, en Cataluña, y hasta en la giralda de Sevilla. Así que menos darle ligereza a la lengua. Reflexione un poco. O mejor dicho, lea un libro de historia objetivo. Y verá como la palabra España existía mucho antes de que naciera Felipe V.