Recopilación hecha en 2005 para un antiguo sitio web.

Reescribiremos esta historia con más datos y detalles en próximas fechas.


HISTORIA DE COOMONTE

Prehistoria
Desde hace más de cinco mil años está registrada presencia humana en estas comarcas, ello lo demuestran los monumentos megalíticos de Morales de Rey (7 Km. de Coomonte) o de Arrabalde (8 Km. de Coomonte), sendos dólmenes neolíticos.

Del primer milenio antes de cristo también hay restos de asentamientos celtas, concretamente los astures, con un poblado en Manganeses de la Polvorosa (12 Km. de Coomonte)  y un castro de la edad del hierro en Arrabalde.

Edad Antigua
En la sierra de Carpurias, en el castro de  Arrabalde se debieron de refugiar todos los pobladores de esta zona a la llegada de los romanos con el asentamiento de el Ala II Flavia en el siglo I antes de Cristo en el cercano Valle de Vidriales, cerca de Santibáñez (20 Km. de Coomonte), y más tarde la Legio X y un poblado llamado Petavonium a su alrededor.

También de la época romana hay presencia en Quintana del Marco (10 Km. de Coomonte), con una villa que era llamada «Quintilla de Marco Aurelio».

Se dice que pudo existir en término de Coomonte un asentamiento romano, concretamente una villa, pero por el momento, sólo son especulaciones.

Lo que si es seguro es que muy cerca de Coomonte, al lado de la actual playa fluvial de La Vizana existe un puente de origen romano y restaurado en épocas posteriores. Sobre el mencionado puente pasaba la que quizá sea la carretera más representativa de la Hispania en época de Augusto, la Vía de la Plata, Asturica-Emerita (Astorga-Mérida) y que se internaba quizá un poco en el actual término de Coomonte, en la margen este del río, pero esta información no está contrastada.

Edad Media
Ya entrada la edad media, según nos cuenta Ursino Villar en su libro Alija del Infantado, se encuentran las primeras referencias escritas a Coomonte y a su iglesia de San Juan.

En época alto medieval podemos ver en estas tierras, a cinco kilómetros al sur de Coomonte una sangrienta batalla entre musulmanes y cristianos que tiñó de rojo las aguas del Órbigo, decantándose la victoria del lado cristiano.

Desde tiempos muy ancestrales Coomonte perteneció ya a la tierra de Alija; Alija, ese mágico pueblo vecino a dos kilómetros de Coomonte con dos grandes iglesias, una de ellas monumento nacional, un castillo, dos ermitas y varios monumentos.

Toda esta tierra guardó mucha relación con el poderoso, por aquella época, monasterio de Santa María de Nogales, en el pueblo de San Esteban de Nogales, cuyas ruinas aún se conservan.

Edad Moderna
A principios de la edad moderna, según he podido leer en el libro del señor Ursino Villar, se encuentra documentado por primera vez el famoso Concejo de Coomonte.

El marqués de Tábara tiene también bastante poder sobre esta zona, el señor de Alija… En esta época aún Ribarroya, que era un pequeño pueblo entre Villaferrueña y Coomonte, podría ser que estuviera habitado, también los actuales despoblados de Bécares y Ozaniego, todos ellos, excepto Villaferrueña, pertenecientes a la tierra de Alija.

Documentada está la existencia de bodegas en Coomonte, alrededor del Año 1750, a parte de un molino, varias tierras de regadío y muchas de secano, según ha podido encontrar el cronista de Alija, Ursino Villar Hidalgo.

Edad Contemporánea
España entra ya en la edad contemporánea, se han levantado los alcaldes de Móstoles, comienza la guerra de independencia contra los invasores franceses del emperador Napoleón.

El mismo Napoleón pasaría por el puente de La Vizana, el uno de enero de 1809, el cuál había sido deteriorado por los británicos días antes para dificultar a los franceses el cruce del río.

Se cuenta que los franceses robaron la imagen de San Marcos de la ermita sita en las labradas, en Arrabalde y llevándola en carro, la arrojaron al Órbigo, río que por entonces pasaba por el actual arroyo llamado «El Pozo» y a orillas del mismo fue rescatada la estatua por los coomonteses y erigieron allí mismo una ermita en su honor. Pero esto simplemente es la leyenda y no se sabe con certeza si aconteció en esta época. El caso es que la imagen de San Marcos y la ermita existen actualmente.

Las tropas napoleónicas, según cuentan aún nuestros mayores, entraron en Coomonte, quemaron parte de la iglesia y es posible que alguna división de infantería pernoctara en el pueblo. Como en todo pueblo por el que pasaron las tropas francesas, nos queda un nombre de origen francés para una calle, La Rúa, del francés rue que significa precisamente calle. Lo cierto es que aún se tienen recuerdos muy poco gratos a cerca de la francesada.

A partir de 1820 se produce un baile desconocido hasta el momento en la línea de división provincial, Coomonte es adscrito, junto al resto de la tierra de Alija, a la provincia de León, más tarde de nuevo es adscrito a Zamora, esta vez quedando Alija en la provincia leonesa. Este movimiento de fronteras iba a acabar con Coomonte en la provincia de Zamora en el año 1833 (según narra Ursino Villar en sus investigaciones para el libro Alija del Infantado), y más tarde, concretamente se cree que en 1838, como muy tarde, se formaría el ayuntamiento y municipio de Coomonte, que por entonces aún era conocido sólo con una o en lugar de con la doble o, es decir se conocía como Comonte.

Siglo XX
Durante el siglo XX en Coomonte se van a vivir las mismas experiencias que en la mayoría del territorio español, las llamadas dos Españas también se hicieron patentes en nuestra tierra, sobre todo en tiempos de la república.

Está documentado que en la década de los años veinte se produjo entre el ayuntamiento de Coomonte y el recientemente renombrado y formado de Santa María de la Vega (Antiguas Verdenosa y Redelga) un reconocimiento de marras del término municipal.

Se construyó también en la primera mitad del s. XX un puente de hormigón que une Coomonte con Maire de Castroponce, pasando por encima del río Órbigo.

Y llegó la guerra civil, y una constante en toda España, la represión por parte de ambos bandos fue brutal, incluso aquí, que no llegó a haber ningún frente de guerra, al estar encuadrado en zona de los rebeldes contra la república. Aún así en Coomonte hubo republicanos y muchos tuvieron que callar para evitar ser fusilados.

Entrando ya en la época de posguerra, en un país empobrecido, donde en las ciudades se pasaba autentica hambre, muchos de los que habían ido fuera a estudiar hubieron de regresar a sus pueblos, como hicieron muchos coomonteses, ya que aquí habría pobreza, pero el campo y el ganado conseguían sostener al menos la alimentación básica.

Con los años la economía nacional y local empezó a mejorar. Durante toda la época franquista hubo una figura típica en el pueblo, una figura representativa, la de Don Santos, el cura de la localidad, que era natural de Genestacio ( a 7 Km. de Coomonte). Era una persona respetada y temida y al mismo tiempo querida por la gente. A finales del franquismo Don Santos se jubiló, cuando murió el pueblo entero, se dice que incluso vino un autobús, se volcó para ir a su entierro.

Y llegó en los últimos años del franquismo el genial alcalde Magín Rebordinos, que trajo un nuevo alumbrado público que sustituyó al ya muy atrasado de principios de siglo.

Llegó en los años 60 un nuevo maestro al pueblo, Don Fernando Villar, que no se iría hasta su jubilación.

Entrando ya en época democrática, la Unión del Centro Democrático se alza con la victoria en las elecciones de 1979, situándose como alcalde José Morán, que más tarde dimitiría, dejando paso a Manuel Ortiz. En esta época se construye el campo de fútbol de El Sequedal, en un extremo de las eras. En 1983 Alianza Popular (PP) se hace con la alcaldía al ganar las elecciones frente al PSOE, lo que dejó paso a que Andrés Peñín ocupara la alcaldía. Se construyó el polideportivo «El Futbito». En 1987 gana de nuevo las elecciones Alianza Popular, esta vez encabezando la lista Magín Rebordinos, que volvería a ser alcalde, fue una época de prosperidad para el pueblo. Existía una fábrica de gaseosas, un almacén de patatas, una carnicería, una carpintería, dos tiendas de ultramarinos, una funeraria, dos bares, una pastelería, dos empresas dedicadas a la construcción… etc.

En 1991 el Partido Popular, se vuelve a hacer con la victoria en unas elecciones, sin ninguna otra candidatura que se presentara. Esta vez encabezaba la lista Mateo José Otero. Repetiría victoria en 1995 también sin candidatura que pudiera hacerle frente.

En el año 1994 se jubila el maestro del pueblo, Don Fernando, 32 años y dos generaciones de alumnos coomonteses le hacen ganarse un homenaje en el balcón del ayuntamiento. Recibe, ante la mirada y los aplausos de los coomonteses, una placa conmemorativa de manos del alcalde de la localidad.

En 1998 se termina la construcción de la Casa de Cultura, que además de contar con un espectacular salón de actos, va a albergar una cooperativa textil que dará trabajo a varias mujeres de la localidad.

 

Fuentes y bibliografía:

-Memoria popular de la gentes de Coomonte y de Alija

Alija del Infantado, Ursino Villar Hidalgo, Ediciones de 1989 y 2001.

-Archivo histórico del Ayuntamiento de Coomonte

-Visitas a monumentos y zonas con restos arqueológicos